Los celtas son un antiguo grupo étnico que se originó en la Edad del Hierro en Europa Central y Occidental. Se cree que su expansión se remonta al menos al siglo VI a.C. Su cultura única, marcada por sus habilidades en la metalurgia y su religión politeísta, influyó en gran medida en las tierras que ocuparon.

Aunque los celtas se asociaron principalmente con las tierras altas de Escocia, Irlanda y Gales, se extendieron por gran parte de Europa, incluidas áreas de España, Francia, Alemania y los Balcanes. Su lengua, conocida como celta, también se hablaba en estas regiones.

Uno de los aspectos más destacados de la cultura celta era su habilidad en la metalurgia, especialmente en la producción de armas y herramientas de hierro. Su destreza en este campo les permitió establecer sociedades agrícolas altamente avanzadas que se extendían por toda Europa. Además, los celtas tenían una fuerte tradición religiosa, venerando a una variedad de dioses y diosas que representaban la naturaleza, el sol y la guerra.

Aunque los celtas tuvieron una presencia significativa en Europa durante siglos, su influencia comenzó a disminuir con la llegada de los romanos. Las conquistas romanas en el siglo I a.C. marcaron el comienzo del fin de la cultura celta, ya que los romanos trataron de imponer su propio sistema de gobierno y religión en las tierras ocupadas por los celtas.

Hoy en día, el legado celta se puede apreciar en muchos aspectos de la cultura moderna, especialmente en las regiones que una vez fueron habitadas por ellos. Festivales, música y símbolos celtas son elementos comunes en países como Irlanda y Escocia, donde la influencia celta sigue siendo fuerte.

¿Qué raza son los celtas?

Los celtas fueron uno de los pueblos más antiguos de Europa y su raza ha sido objeto de debate durante mucho tiempo. Aunque no existe un consenso absoluto sobre su origen racial, se cree que los celtas eran en su mayoría de raza blanca.

Los celtas eran un pueblo indoeuropeo que se estableció en áreas de Europa occidental y central alrededor del 1200 a.C. Se extendieron desde las Islas Británicas y la península ibérica hasta el continente europeo, llegando hasta lo que hoy conocemos como Francia, Alemania y Austria.

Los estudios arqueológicos y las fuentes históricas han revelado que los celtas eran en su mayoría de estatura media y tenían una complexión física típica de las poblaciones europeas. Su apariencia física incluía cabello rubio o pelirrojo, ojos claros y piel clara.

En términos culturales, los celtas eran conocidos por su amor por la guerra, las artes y la música. También eran reconocidos por su espiritualidad y creencias en dioses y diosas, que se manifestaban en su arte y simbolismo característicos.

A pesar de su amplia influencia en la Europa antigua, la rivalidad con los romanos y otras civilizaciones llevaron a la disminución y posterior desaparición de la cultura celta. Sin embargo, su legado vive a través de las tradiciones y la mitología que han perdurado hasta nuestros días.

¿Dónde vivían los celtas en España?

Los celtas fueron un grupo étnico que habitó en varias regiones de Europa, incluida la península ibérica. En España, los celtas se asentaron principalmente en el noroeste del país, ocupando territorios que corresponden en su mayoría a las actuales regiones de Galicia, Asturias, León y parte de Castilla y León.

En Galicia, se encontraba el reino celta más destacado, conocido como el Reino de los Suessetanos. Esta región era rica en recursos naturales, como minas de oro y estaño, lo que permitió el desarrollo de una sociedad celta próspera. Además, su ubicación cercana al océano Atlántico facilitó el comercio marítimo con otros pueblos.

En Asturias, los celtas se establecieron principalmente en la zona montañosa, aprovechando la protección que les ofrecían las montañas frente a invasiones. La región era conocida como Astúrica, y también contaba con importantes minas de oro y estaño.

En León y Castilla y León, los celtas se asentaron en las tierras altas y montañosas, donde las condiciones geográficas dificultaban la conquista por parte de otros pueblos. Esta zona era conocida como el Reino de los Vacceos, y también era rica en recursos minerales.

Aunque los celtas se concentraron principalmente en estas regiones, también se encontraron restos de su presencia en otras partes de España, como en la provincia de Zamora y en la costa norte de la península. Sin embargo, su influencia cultural y su legado son más evidentes en el noroeste del país, donde se conservan numerosos castros, fortificaciones celtas, y se celebran fiestas y tradiciones que rememoran la cultura celta.

¿Cuando llegaron los celtas a España?

Los celtas llegaron a España en la Edad de Hierro, específicamente en el primer milenio antes de Cristo. Su arribo se produjo como parte de un movimiento migratorio que los llevó desde Europa Central y Occidental hasta la Península Ibérica.

La presencia de los celtas en España se evidencia a través de diferentes yacimientos arqueológicos distribuidos por todo el territorio. Estos testimonios muestran la influencia de su cultura en áreas como la metalurgia, la cerámica y la arquitectura.

Durante su estancia en España, los celtas establecieron asentamientos y consolidaron su presencia en diversas regiones. En el noroeste de la Península Ibérica, se formaron tribus celtas conocidas como los "celtíberos". Esta fusión cultural dio origen a una sociedad guerrera y agricultora, que se mantuvo hasta la llegada de los romanos.

Además de su impacto en la materialidad, los celtas también dejaron su huella en el plano cultural y religioso. Se han encontrado vestigios de rituales y cultos asociados a su cosmovisión, que incluían la adoración de deidades vinculadas a la naturaleza y la guerra.

El legado celta en España se mantuvo hasta la ocupación romana, que marcó el inicio de una nueva etapa en la historia de la Península Ibérica. Sin embargo, los rasgos culturales y lingüísticos de los celtas perduran en algunas regiones, siendo Galicia uno de los principales exponentes de esta herencia ancestral.