¿Dónde habla la Biblia de los escogidos?
La Biblia habla de los escogidos en diferentes pasajes a lo largo de sus libros. Uno de los textos más conocidos que menciona a los escogidos se encuentra en el libro de Efesios 1:4-5, donde dice:
"En él nos escogió antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad".
Otro pasaje que habla de los escogidos se encuentra en el libro de Romanos 8:33, que dice:
"¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica."
En el libro de 1 Pedro 2:9, también se menciona a los escogidos:
"Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable"
Estos son solo algunos ejemplos de los pasajes donde se habla de los escogidos en la Biblia. Es importante destacar que los escogidos son aquellos que han sido elegidos y predestinados por Dios para ser sus hijos adoptados y vivir en santidad conforme a su voluntad.
¿Donde dice la Biblia que somos escogidos?
La Biblia nos dice en varios pasajes que somos escogidos por Dios. Uno de estos pasajes se encuentra en Efesios 1:4-5, donde dice: "Pues Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad".
Otro pasaje importante se encuentra en 1 Pedro 2:9: "Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable". Aquí se nos dice que somos un linaje escogido por Dios para proclamar sus maravillas al mundo.
Además, en Colosenses 3:12 se nos exhorta a vestirnos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia, "soportándonos unos a otros y perdonándonos unos a otros. Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto". Aquí se afirma que somos escogidos por Dios para manifestar estas virtudes en nuestras vidas.
Estos son solo algunos de los pasajes donde la Biblia afirma que somos escogidos por Dios. A lo largo de toda la Escritura encontramos más ejemplos que nos recuerdan que hemos sido elegidos por Dios para un propósito especial en este mundo.
¿Qué es ser un escogido?
Ser un escogido es una condición especial que se atribuye a aquellos individuos que han sido elegidos o seleccionados de entre otros. Es una distinción que implica un reconocimiento de superioridad o elección divina.
Para ser considerado un escogido, se requiere una serie de cualidades o características particulares que lo distinguen del resto. Estas pueden ir desde habilidades especiales o talentos sobresalientes hasta un carácter excepcional o una misión específica encomendada por alguna fuerza superior.
Los escogidos son vistos como líderes o guías espirituales, ya que se espera que traigan beneficios o soluciones a los demás. Su existencia implica una responsabilidad especial y se espera que tomen decisiones y acciones que beneficien a la comunidad o a un grupo determinado.
En muchas ocasiones, ser un escogido implica enfrentar desafíos o pruebas, pues se cree que solo a través de estas experiencias el individuo puede demostrar su valía o su capacidad para cumplir su propósito. También se espera que los escogidos sean ejemplo para otros, demostrando virtudes o cualidades que inspiren a la sociedad.
A lo largo de la historia, diversas figuras religiosas, líderes políticos o incluso artistas reconocidos han sido considerados como escogidos, debido a su impacto y contribución a la humanidad. Sin embargo, ser un escogido no está limitado a personas famosas o destacadas, ya que cualquier individuo puede ser elegido por una fuerza superior, ya sea divina o terrenal.
En conclusión, ser un escogido es una distinción que implica una serie de cualidades o características especiales, así como un propósito o misión encomendada. Los escogidos son vistos como líderes o guías y se espera que tomen decisiones y acciones que beneficien a otros. Ser un escogido implica una responsabilidad especial y puede implicar enfrentar desafíos o pruebas para demostrar su valía. Sin importar su fama o reconocimiento, cualquier individuo puede ser considerado un escogido si es elegido por alguna fuerza superior.
¿Qué dice Mateo 22 14?
Mateo 22:14 es un versículo bíblico que dice: "Porque muchos son llamados, pero pocos escogidos". En esta afirmación se encuentra una enseñanza importante sobre las elecciones divinas y la selección de aquellos que son considerados dignos.
En este pasaje, Jesús está enseñando a través de una parábola sobre un rey que organiza un banquete de bodas para su hijo. Invita a muchas personas, representando a la humanidad en general, pero algunas de ellas rechazan la invitación y no asisten al evento. Este rechazo muestra la falta de interés en participar en la propuesta del rey.
El rey, al enterarse de esto, se enoja y envía a sus siervos a invitar a cualquier persona que encuentren en las calles, representando a aquellos que no formaban parte de la sociedad privilegiada. Estos aceptan la invitación y asisten al banquete, llenando el lugar.
Sin embargo, cuando el rey entra y ve a los invitados, nota que uno de ellos no lleva la vestimenta apropiada. El rey le pregunta por qué no lleva el atuendo requerido y el invitado no puede dar una respuesta adecuada. Así que el rey lo expulsa del banquete y declara que "muchos son llamados, pero pocos son escogidos".
Este versículo muestra que Dios invita constantemente a las personas a formar parte de su reino, pero no todos responden a este llamado de manera adecuada. Algunos lo rechazan por diversas razones, mientras que otros aceptan la invitación pero no viven de acuerdo a los requisitos establecidos.
La frase "muchos son llamados, pero pocos son escogidos" nos enseña que no basta con recibir la invitación de Dios, sino que también debemos aceptarla y vivir de acuerdo a sus enseñanzas. La elección de ser parte del reino de Dios implica un compromiso y una transformación personal.
En resumen, Mateo 22:14 nos recuerda que el llamado de Dios es abierto para todos, pero solo aquellos que responden y viven de acuerdo a sus mandamientos son considerados "escogidos". Esta enseñanza nos insta a reflexionar sobre nuestra respuesta al llamado divino y a vivir nuestra fe de manera auténtica y comprometida.
¿Quién fue escogido por Dios?
¿Quién fue escogido por Dios? Esta es una pregunta que ha intrigado a muchas personas a lo largo de la historia. La respuesta no es simple, ya que Dios ha escogido a diferentes personas en diferentes momentos para cumplir un propósito específico.
Uno de los primeros personajes bíblicos que fue escogido por Dios fue Abraham. Dios le prometió que sería el padre de una gran nación y lo guió hacia la tierra de Canaán. Abraham demostró su fe al estar dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac, lo cual mostró su obediencia a Dios.
Luego, vemos cómo Dios escogió a Moisés para ser el líder de los israelitas y guiarlos fuera de la esclavitud en Egipto. Moisés recibió los Diez Mandamientos directamente de Dios y condujo al pueblo a la tierra prometida. Su historia es un ejemplo de cómo Dios escoge a personas comunes y las usa de maneras extraordinarias.
Más adelante, Dios escogió a David para ser rey de Israel. A pesar de sus defectos, David era un hombre conforme al corazón de Dios. Fue considerado un gran líder y salmista, y demostró su amor y adoración hacia Dios.
En el Nuevo Testamento, vemos cómo Dios escogió a Pedro para ser uno de los discípulos más cercanos de Jesús. Aunque Pedro tenía sus dudas y cometió errores, Dios lo utilizó para establecer la Iglesia y proclamar el mensaje de salvación.
En resumen, a lo largo de la historia, Dios ha escogido a hombres y mujeres para cumplir su propósito en la tierra. Abraham, Moisés, David y Pedro son solo algunos ejemplos de las muchas personas que fueron escogidas por Dios. Esto demuestra que Dios no se basa en la apariencia o la posición social, sino en el corazón y la disposición de servir a Dios.