Los cartagineses eran un antiguo pueblo que se estableció en la ciudad de Cartago, ubicada en lo que hoy es Túnez. Su origen se remonta a la fundación de la ciudad en el año 814 a.C. por los fenicios, un pueblo marinero de origen semítico.

Los **fenicios** eran una civilización avanzada que se dedicaba al comercio marítimo en el Mediterráneo. Fundaron varias colonias a lo largo de la costa mediterránea, incluida Cartago, que se convirtió en su ciudad más importante.

La historia de los cartagineses está estrechamente ligada a la de los fenicios. A medida que Cartago creció en poder y riqueza, se independizó de la influencia fenicia y se convirtió en una potencia marítima por derecho propio.

**Aníbal** es uno de los cartagineses más famosos. Fue un hábil general y estratega militar que llevó a cabo la célebre Segunda Guerra Púnica contra Roma. A pesar de que los cartagineses fueron derrotados en esta guerra, Aníbal se ganó el respeto y admiración de muchos.

Los cartagineses dominaron gran parte del Mediterráneo occidental durante varios siglos. Su imperio abarcó territorios que incluían el norte de África, las islas de Sicilia, Cerdeña e Ibiza, así como partes de la península ibérica.

La caída de Cartago ocurrió en el año 146 a.C., cuando fue destruida por completo por las fuerzas romanas. A pesar de su desaparición como civilización independiente, el legado de los cartagineses perdura en la historia y la cultura del Mediterráneo.

En resumen, los cartagineses surgieron como una rama de los fenicios y se convirtieron en una gran potencia marítima en el Mediterráneo occidental. Su influencia y poderío se extendieron por varios siglos, hasta su derrota y extinción a manos de Roma.

¿Cómo surgieron los cartagineses?

Los cartagineses fueron un pueblo antiguo que surgió en la costa norte de Africa, específicamente en lo que hoy es conocido como Túnez. Su origen se remonta al siglo IX a.C., cuando un grupo de fenicios procedentes de Tiro decidieron fundar una colonia en la región.

Los fenicios, por su parte, eran un pueblo marítimo proveniente del actual Líbano, que se dedicaba al comercio y la navegación. Debido a su habilidad para construir barcos y su destreza en el comercio, lograron establecer colonias y rutas comerciales en diferentes puntos del Mediterráneo.

La colonia de Cartago fue fundada por la reina fenicia Dido (también conocida como Elissa), quien lideró a un grupo de colonos y se estableció en la costa africana. La ciudad de Cartago se convirtió rápidamente en un importante centro económico y comercial en la región.

Los cartagineses fueron influenciados por la cultura fenicia, pero también desarrollaron su propia identidad y características distintivas. Además de ser hábiles marineros, los cartagineses destacaron en otros campos como la agricultura, la metalurgia y la guerra.

La expansión cartaginesa fue impulsada por la búsqueda de nuevos recursos y rutas comerciales. Con el paso del tiempo, Cartago extendió su influencia sobre otras ciudades y territorios de la región, estableciendo una gran red de colonias alrededor del Mediterráneo occidental.

Los cartagineses se enfrentaron en numerosas ocasiones a los romanos, ya que ambos pueblos competían por el control de las rutas comerciales y los recursos en el Mediterráneo. Estas rivalidades culminaron en las conocidas guerras púnicas, donde Cartago fue finalmente derrotada y destruida por los romanos en el año 146 a.C.

En resumen, los cartagineses surgieron como una colonia fenicia en la costa norte de Africa. A lo largo de los siglos, desarrollaron su propia cultura y se convirtieron en una potencia económica y militar en la región del Mediterráneo occidental.

¿Cuál es el origen de Cartago?

Cartago, conocida en la antigüedad como Qart Hadasht, fue fundada por los fenicios en el siglo IX a.C. Esta antigua ciudad se ubicaba en lo que hoy es Túnez, en la costa norte de África. Los fenicios eran un pueblo de origen semita que habitaba la región de Canaán, en el actual Líbano.

La fundación de Cartago fue resultado de la expansión y actividades comerciales de los fenicios en el Mediterráneo occidental. Ellos establecieron colonias en diferentes puntos estratégicos para facilitar el comercio marítimo y Cartago se convirtió en una de las más importantes.

La ubicación geográfica de Cartago era ideal para el comercio. Estaba situada en una península desde donde controlaba el estrecho de Gibraltar, lo que le daba acceso al Mar Mediterráneo y al Atlántico. Además, el territorio alrededor de la ciudad era fértil y adecuado para la agricultura, lo que aseguraba la producción de alimentos para sus habitantes.

Con el tiempo, Cartago se convirtió en una poderosa ciudad-estado y fundó su propio imperio, conocido como la República de Cartago. A lo largo de su historia, esta ciudad protagonizó numerosas guerras y conflictos, principalmente contra la vecina ciudad de Roma. Las Guerras Púnicas, que duraron más de un siglo, son uno de los enfrentamientos más emblemáticos entre ambas ciudades.

La expansión de Cartago llegó a abarcar gran parte del norte de África, así como algunas islas del Mediterráneo occidental. La ciudad se destacó por su estrategia de colonización y fundación de nuevas ciudades, como por ejemplo, Cartagena en la península ibérica.

El final de Cartago llegó en el año 146 a.C., cuando fue completamente destruida por las fuerzas romanas durante la Tercera Guerra Púnica. A pesar de su caída, la influencia de Cartago en la historia y cultura de la región perduró y su legado aún es visible en la actualidad.

¿Cómo llegaron los cartagineses a España?

Los cartagineses llegaron a España a través de expediciones navales en el siglo III a.C. En ese momento, Cartago era una poderosa ciudad-estado en el norte de África, que buscaba expandir su influencia y control en el Mediterráneo occidental.

Uno de los principales líderes de los cartagineses, Aníbal, llevó a cabo la famosa invasión de la península Itálica en la Segunda Guerra Púnica. Sin embargo, antes de eso, los cartagineses ya habían establecido colonias y rutas comerciales en la costa este de la península ibérica.

Los cartagineses realizaron múltiples expediciones navales a lo largo de la costa mediterránea de España, estableciendo ciudades y puertos estratégicos para facilitar el comercio. Algunas de estas ciudades incluyen Gadir (actual Cádiz), Carthago Nova (actual Cartagena) y Hemeroskopeion (actual Almuñécar).

Aunque los cartagineses enfrentaron resistencia por parte de las tribus indígenas, lograron establecer alianzas y expandir su control gradualmente. La influencia cartaginesa en España se extendió hasta el río Ebro en el norte y llegó incluso a las Islas Baleares.

El control cartaginés sobre España tenía una gran importancia estratégica, ya que les permitía controlar las rutas comerciales del Mediterráneo occidental y facilitar el abastecimiento de materias primas como minerales y metales preciosos. Además, también utilizaban el territorio para reclutar mercenarios y soldados para sus campañas militares.

La presencia de los cartagineses en España duró hasta el siglo II a.C., cuando fueron finalmente derrotados por los romanos en la Tercera Guerra Púnica. A partir de entonces, España pasó a ser parte del Imperio Romano, pero la huella cartaginésa había dejado una profunda influencia en la región.

¿Qué ciudad española fue fundada por los cartagineses?

Cartago Nova es la ciudad española que fue fundada por los cartagineses. Situada en la región de Murcia, esta antigua ciudad fue fundada en el siglo III a.C. por el general cartaginés Asdrúbal. Cartago Nova, también conocida como Cartagena, se convirtió en un importante centro comercial y militar en la época cartaginesa.

Los cartagineses eligieron esta ubicación estratégica debido a su puerto natural, que les permitía controlar el comercio marítimo en el Mediterráneo occidental. Cartago Nova prosperó bajo el dominio cartaginés y siguió siendo un importante centro comercial durante la posterior dominación romana.

En la actualidad, Cartagena es una ciudad con un rico patrimonio histórico y cultural. Sus monumentos y ruinas arqueológicas, como el Teatro Romano y el Palacio Consistorial, son testigos de su pasado cartaginés y romano. Además, su puerto sigue siendo uno de los más importantes de España.