¿Cuál era el trabajo de los 12 apóstoles?
Los doce apóstoles eran los hombres escogidos por Jesús para ser sus seguidores más cercanos y para llevar a cabo una misión muy importante. Estos hombres habían sido elegidos para ser testigos directos de los milagros de Jesús, de su enseñanza y de su resurrección, siendo así los principales en difundir el mensaje del evangelio.
El trabajo de los doce apóstoles era principalmente predicar el mensaje de Jesús a las personas, enseñándoles acerca del amor de Dios y exhortándolos a arrepentirse y creer en él. Además, ellos también tenían la autoridad para expulsar demonios y sanar enfermedades, demostrando de esta manera el poder de Dios a través de ellos.
Otro aspecto importante en el trabajo de los apóstoles era establecer iglesias y supervisar su crecimiento y desarrollo. Ellos tenían la responsabilidad de enseñar a los nuevos creyentes, de administrar los sacramentos y de mantener la unidad dentro de la comunidad cristiana.
Además de su trabajo principal como misioneros y enseñadores, los apóstoles también debían ser testigos de la vida y muerte de Jesús. Después de la resurrección de Jesús, ellos fueron llamados a dar testimonio de su aparición y a proclamar su victoria sobre la muerte.
En resumen, el trabajo de los doce apóstoles consistía en predicar el evangelio, realizar milagros, establecer iglesias, enseñar a los nuevos creyentes y dar testimonio de la resurrección de Jesús. Su labor fue fundamental en la difusión y establecimiento del cristianismo en todo el mundo.
¿Qué hacian los apóstoles antes de ser llamados?
Antes de ser llamados, los apóstoles llevaban una vida común y corriente. Algunos eran pescadores, como Pedro, Andrés, Santiago y Juan, quienes se dedicaban a su trabajo en el mar. Otro, llamado Mateo, era recaudador de impuestos, una profesión bien remunerada pero mal vista por la sociedad de entonces.
Algunos apóstoles también tenían habilidades en la pesca y la navegación. Por ejemplo, Pedro y Juan eran expertos pescadores que conocían bien el oficio. Además, varios de ellos, incluyendo a Tomás y Felipe, tenían una buena educación y hablaban varios idiomas, lo que les permitía comunicarse con personas de diferentes culturas.
Antes de recibir su llamado, los apóstoles vivían vidas ordinarias y tenían sus propios problemas. Algunos eran pescadores sin éxito, luchando por llevar suficiente alimento a sus familias. Otros, como Mateo, eran vistos como traidores debido a su trabajo como recaudadores de impuestos para los romanos.
En resumen, los apóstoles eran personas comunes y corrientes con habilidades y profesiones diversas antes de ser llamados por Jesús. Fue a través de su encuentro con Cristo que sus vidas experimentaron un cambio radical y se convirtieron en testigos y seguidores comprometidos del evangelio.
¿Cuál era el oficio de San Pedro?
San Pedro, también conocido como Simón Pedro, fue uno de los doce apóstoles de Jesús y uno de los líderes de la Iglesia primitiva. Antes de convertirse en discípulo de Jesús, San Pedro era pescador de profesión.
A lo largo de los evangelios se menciona en varias ocasiones que San Pedro y su hermano Andrés eran pescadores. Se dice que él junto con su hermano trabajaban en el lago de Genesaret, también conocido como Mar de Galilea.
El oficio de pescador era muy importante en aquella época, ya que el lago de Genesaret era una fuente principal de alimento y sustento para las comunidades cercanas. San Pedro, siendo pescador, está asociado con la pesca milagrosa que Jesús realizó en el lago, donde los apóstoles capturaron una gran cantidad de peces después de una noche de pesca infructuosa.
Después de convertirse en discípulo de Jesús, San Pedro continuó con su oficio de pescador durante un tiempo, pero pronto dejó su trabajo para seguir a Jesús y predicar el evangelio. Jesús le dijo a San Pedro que se convertiría en "pescador de hombres" y que sería la piedra sobre la cual edificaría su iglesia.
A lo largo de su vida, San Pedro ocupó un papel destacado en la iglesia primitiva y se convirtió en uno de los líderes más importantes después de la ascensión de Jesús. Pasó a ser considerado como el primer Papa de la Iglesia Católica, y su oficio de pescador se convirtió en una metáfora de su labor de guiar y pescar almas para Cristo.
¿Qué poder tenían los apóstoles?
Los apóstoles tenían un poder extraordinario que les fue dado por Jesús. Eran doce hombres escogidos personalmente por él para llevar a cabo la misión de difundir su mensaje por todo el mundo. Este poder no era un poder terrenal, como el poder político o militar, sino un poder espiritual.
Los apóstoles tenían el poder de sanar enfermedades y expulsar demonios. En varias ocasiones, se relatan en la Biblia milagros realizados por los apóstoles, como la curación de enfermos y la resurrección de muertos. Estos milagros eran una muestra del poder divino que estaba en ellos.
Otro poder importante que tenían los apóstoles era el poder de predicar el evangelio y convertir a las personas. Ellos tenían la capacidad de comunicar el mensaje de salvación de una manera tan eficaz que muchos creían y se unían a la comunidad de seguidores de Jesús.
Además, los apóstoles también tenían autoridad para enseñar y tomar decisiones en asuntos de fe y disciplina. Su testimonio y sus enseñanzas eran considerados como la palabra de Dios y tenían un gran impacto en la vida de los creyentes.
En resumen, los apóstoles tenían un poder sobrenatural que les permitía realizar milagros, predicar el evangelio, enseñar y tomar decisiones en asuntos de fe. Este poder era un reflejo del poder divino que estaba en ellos y fue fundamental para la expansión del cristianismo en sus primeros años.
¿Por qué Jesús elige a los doce apóstoles?
Jesús eligió a los doce apóstoles con un propósito específico en mente. Estos hombres fueron seleccionados para ser sus discípulos cercanos y llevar a cabo su misión en la tierra.
La elección de los doce apóstoles fue un acto significativo. En aquel tiempo, los rabinos expertos en la ley judía elegían a sus discípulos y los que consideraban más capacitados para seguir sus enseñanzas. Jesús también siguió esta tradición pero con un giro particular.
Los doce apóstoles eran trabajadores comunes, sin muchos estudios o técnicas avanzadas. Jesús no eligió a los más sofisticados o educados. En cambio, seleccionó a pescadores, recaudadores de impuestos y hombres de diferentes orígenes socioeconómicos.
La elección de los doce apóstoles no se basó en su capacidad o habilidad innata, sino en su disposición para aprender y seguir a Jesús. Estos hombres demostraron un corazón abierto y una fe genuina en el mensaje de Jesús.
La elección de los doce apóstoles también fue estratégica. Jesús sabía que necesitaba líderes que pudieran continuar su mensaje y establecer su iglesia una vez que él partiera. Los doce apóstoles se convertirían en pilares fundamentales de la difusión del evangelio.
Jesús también eligió a los doce apóstoles para ser testigos presenciales de su ministerio y resurrección. Estos hombres experimentaron de primera mano los milagros de Jesús y su enseñanza. Estas experiencias los capacitó para ser testigos creíbles y convincentes del poder de Jesús.
La elección de los doce apóstoles muestra la gracia y la soberanía de Jesús. A pesar de sus debilidades y limitaciones, Jesús los equipó y capacitó para cumplir su propósito en la tierra. Su elección revela su amor incondicional y su confianza en la capacidad transformadora de su obra en las vidas de las personas.